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martes, 4 de junio de 2013

SUGERENCIAS PARA ENTENDER A TU ESPOSA / SUGGESTIONS FOR UNDERSTANDING YOUR WIFE

Este artículo va dirigido básicamente a aquellos hombres que llevan ya unos años casados, con pareja estable. Evidentemente, también pueden leerlo mujeres, pero es probable que crean que su contenido, de carácter eminentemente práctico y de lenguaje directo y sencillo de entender por los principales destinatarios a los que va dirigido, no les guste o lo consideren incorrecto o poco acertado o académico.

Evidentemente, tampoco puede considerarse como una receta que pueda servir para todas las parejas: la intención es que pueda ser de utilidad para aquellas parejas en las que el hombre sea capaz de sentarse a analizar tranquilamente las características de su esposa y, si el resultado de su análisis coincide en gran parte con lo aquí expuesto, que le permita vislumbrar a grandes rasgos qué conducta debe ir siguiendo, en general, si quiere que su relación matrimonial perdure en el tiempo con un mínimo de estabilidad emocional cotidiana.

En la sociedad actual en la que vivimos, los medios de comunicación social, la escuela, etc. nos han ido metiendo en la cabeza una serie de ideas en relación al trato del hombre con respecto a la mujer...Sí, las ideas de "respeto", "igualdad", "ella no es de tu propiedad", etc. etc. Se nos presenta a la mujer que aún está soltera y sin pareja emocional como una especie de "persona independiente, fuerte y decidida"...sus andares, sus movimientos en muchas ocasiones con la cabeza o el cabello...¡Y cuidado con decirle algún piropo o algo que ella no crea conveniente, como sí se hacía en otras épocas ya pasadas, porque éso se considera como algo machista, denigrante para la mujer, etc. etc.! No vamos a entrar aquí en si era o no era una buena costumbre en esas épocas pasadas, sino en que antes había una cierta tendencia en los hombres en cómo "veían" o pensaban acerca de las mujeres, que, en la actualidad, hace ya mucho tiempo, no existe.
En la actualidad, desde hace ya muchas décadas, la tendencia mayoritaria entre los hombres que aún no tienen pareja matrimonial o similar es la de considerar a la mujer como a alguien "fuerte"...La forma de vivir de las mujeres jóvenes, sus trabajos, sus estudios, su independencia, etc. etc. hace que los hombres las "vean" como si fueran una especie de "otros hombres" pero en femenino.
Ésa forma de "verlas" hace que, a aquellas que son especialmente "atrayentes", o bien se las quiera ligar (para acostarse con ellas una más o menos determinada cantidad de veces, sin más pretensiones, lisa y llanamente) o bien se queden enamorados y se quiera comenzar a cortejarlas...El tema de la "amistad" entre hombres y mujeres no entramos aquí a valorarlo, es otra cuestión.

Bien, cuando ya se es pareja matrimonial o de hecho y ya ha pasado un cierto tiempo...comienzan a surgir problemas que, en mucha ocasiones, tienen su raíz en las distintas formas de enfocar o "ver" al otro/otra.
Normalmente se suele hablar siempre de estos temas "de una forma políticamente correcta", porque parece que sea conveniente "no decir cosas que pueden provocar escándalo", que pueden "no sonar bien", de una manera "poco actual"...
Curiosamente, cuando aparecen en los medios de comunicación social encuestas sobre las actitudes y gustos/pensamientos de los jóvenes en cuanto a las relaciones con el otro sexo, suelen salir unos resultados que no se comentan ni se analizan adecuadamente...se suelen dejar archivados en un cajón, sin que se les dé la suficiente publicidad y el suficiente estudio e investigación...y de los que se extraigan las correspondientes consecuencias. Porque llama mucho la atención que a las mujeres jóvenes, en su mayoría, les gusten más "los chicos un poco malotes"...
Cuando ejercía de abogado matrimonialista, una de las cosas que me llamaba más la atención es la cantidad de mujeres que se habían enamorado/casado con hombres que, precisamente, nosotros los hombres, entre nosotros, los consideramos como "poco inclinados a la sensibilidad, la poesía, la comprensión, etc."; es decir: con hombres "malotes"...
De hecho, todo éso también coincide con lo que, de siempre se ha sabido entre los hombres cuando son jóvenes: que, normalmente, el, digamos, "poco decidido" no suele "comerse una rosca"...que son los que son "un poco pasotas", "sueltos", "sinvergüenzas", "van a su aire", etc. los que éxito tienen, los que "más mojan" entre las féminas...

Bien: ¿qué pasa en muchas parejas que llevan ya tiempo viviendo bajo el mismo techo? ¿Por qué se producen muchas disputas? En muchos casos, la respuesta no deja de ser curiosa: el enfoque que consciente o inconscientemente tenía el hombre sobre la mujer, ya no le sirve para poder entenderla, a grandes rasgos.

Siempre se habla del carácter de cada persona, de los diferentes niveles de sensibilidad o empatía, de las diferencias en estudios o capacidades, de la diferente maduración o consistencia como personas, etc. etc. Y se olvida siempre tener en cuenta algo básico: que el hombre y la mujer casados tienen, en muchísimas ocasiones, diferentes enfoques o formas de "ver" al otro/otra.
El hombre ha ido viviendo el cortejo inicial y el noviazgo "enfocando" su conducta hacia la mujer de una determinada manera. Y cuando está casado él continúa creyendo y pensando de acuerdo a dicho enfoque previo general. De acuerdo a "lo que le han enseñado en la sociedad" a cómo debe comportarse y enfocar su conducta general en la relación matrimonial. Ya se sabe: "respeto", "independencia de la otra persona", "comprensión", "ayuda mútua", etc. etc. Y él cree, consciente o inconscientemente, de alguna manera, que ella es como una especie de hombre pero en femenino...Consecuentemente, la lógica masculina va a servir para entenderse con ella.
¿Y qué pasa en muchas, muchas parejas?...Que no hay entendimiento posible, y sí muchas frustraciones...
Él espera de ella unos comportamientos y actitudes hacia él que en muchos casos no llegan a producirse...Porque ella no tiene la misma lógica que él. Y es que resulta que para muchas mujeres, consciente o inconscientemente, su marido ("su hombre") pasa a ser como una especie de "padre" que sustituye al que ella tenía en su casa familiar anterior...y éso tiene unas consecuencias prácticas en el día a día: ella quiere "su espacio", "sentirse libre", "respeto a su forma de ser y sus cosas", "apoyo", "vivir a su aire su vida cotidiana", etc. etc. Así que la única manera de que éso funcione es que él comience a pensar sobre ella, "a verla", de otra manera diferente a cómo la veía cuando eran novios: él ya tiene que ir pensando que "un padre" ve a su "hija" de una manera en la que ella es "delicada", "hay que cuidarla", "hay que dejarla a su aire", "dejarle márgen", "respetar sus cosas", etc. etc. Naturalmente, él no tiene que descuidar sus manifestaciones afectivas y de sexo hacia ella periódica y cotidianamente (y asegurar fácilmente los orgasmos de ella gracias al conocimiento íntimo que él tenga de ella en dicho ámbito), pero él no debe esperar una lógica "masculina" en cuanto a la actitud de ella hacia él, en cuanto a "reciprocidad", "buscarlo", etc. etc. Así que la única solución que le queda, si quiere que la relación se mantenga y tenga un mínimo aceptable, es pensar que él tiene el amor de ella, sí, pero que ella vive ése amor hacia él de otra manera, "a su aire"...

Siempre se ha dicho entre los hombres, a lo largo de los siglos, que nunca llegamos a entender a las mujeres...No es nada nuevo, no es algo que descubramos ahora...Así que, no esperéis de ellas que reaccionen hacia vosotros como pensáis que sería normal que "vosotros u otros hombres" lo harían...No esperéis de ellas conductas similares a las que vosotros u otros hombres sí harían...No esperéis esa especie de reciprocidad...Siempre se ha comentado entre los hombres que ellas "son diferentes, otra historia"...Pues bien, ya sabéis que, en muchos casos, ellas os van a tener presentes, consciente o inconscientemente, como a una especie de "padre": su marido o como le queráis llamar sí es ése "alguien fuerte", "que le da seguridad", "decidido", "sin miedo", etc. etc. y ella se va a ir entregando a tí sexualmente....Ahora bien, como ella es como si fuera una "hija" (aunque ella no se ve a sí misma de dicha manera, evidentemente) para tí, en como tú tienes que "verla", "enfocarla", resulta que tu conducta hacia ella no debe ser la de un novio, sino la de alguien que "la apoya", "la deja vivir a su aire", "le da libertad", etc. etc.

Sí, no deja de ser algo curioso...¿Lo vas entendiendo?...Piénsalo detenidamente y fíjate si es tu caso, porque en muchos casos sí que es así...
¿Problemas?...Naturalmente que no deja de ser complicado y que requiere estar siempre pendiente, pero si quieres que la relación vaya medianamente bien y hacia adelante, porque consideras que hay mucho más a favor que en contra, pues comienza a "verla" a ella, a tu esposa, de esa manera "delicada" y especial que te sugiero...También sé práctico, claro, porque tienes que ser capaz de ponerle límites, y a tí también te los tienes que poner...Tú sabes perfectamente qué puede pasar si cada uno de vosotros, por vuestra cuenta, se dedica a ir saliendo con amigos/as a horas "no normales"...Tú mismo, pero no te autoengañes y sé capaz después de asumir las posibles consecuencias...

Siempre se está diciendo, contínuamente, por los medios de comunicación social, por internet, etc. que las personas no tenemos que considerar al otro/a como si fuera propiedad nuestra...Y parece algo muy bonito de decir, pero resulta que, por otro lado, también de forma machacona, repetidamente, se va difundiendo la idea del vínculo amoroso, la reciprocidad, "mi amor", "soy tuyo/tuya", etc. etc.
Así que hay algo que "no cuadra"...O una cosa u otra...Quien ha estado enamorado alguna vez sabe que toda esa palabrería es absurda...Y también, quien ha sufrido con el amor, sabe perfectamente que éso es "un infierno"...Así que los medios de comunicación social deberían incidir más en la realidad y tratar todas las cuestiones relativas a las relaciones de pareja de una forma más auténtica y menos "académica", porque es como no se llega al fondo de los problemas, problemas básicos para la vida cotidiana de las personas...

Es probable que alguna de las mujeres que lean este artículo de opinión, considere que es de contenido o características "machistas" o que no acabe de entenderlo correctamente, que lo interprete de forma errónea en cuanto a la finalidad del mismo. Puedo asegurarles que la única intención es la de que pueda servir de ayuda a muchas parejas para revitalizar sus matrimonios y les pueda dar un empuje definitivo hacia adelante; parejas en las que el amor mútuo y una actitud permanente y recíproca de superar todo tipo de dificultades que se les puedan presentar, son la única medicina, el único tratamiento posible, para "curar" todo tipo de males que puedan acabar con su matrimonio.